Para entender el concepto de dinero emocional, necesitamos partir por comprender qué es el dinero y por qué tiene tanto poder.
En mis libros y talleres de finanzas personales para niños, este es siempre el punto de partida. Y es que, sin conceptualizar, lo más probable es que entendamos lo que es el dinero relacionándolo con recuerdos, vivencias y creencias experimentadas desde nuestra niñez.
Mi palabra favorita para explicar qué es el dinero es: HERRAMIENTA.
La plata, el dólar, los soles, los euros, el billetito, no son el fin. Son el instrumento que nos permite obtener bienes o servicios. Es la herramienta de intercambio en la sociedad actual. Y en esa característica principal radica su poder.
El dinero es el puente al estilo de vida que queremos vivir, a viajes soñados con los que exploraremos el mundo, a productos y servicios que forman parte de nuestro cuidado y bienestar, a un seguro de salud increíble, a un fondo de jubilación para disfrutar toda nuestra vida. Es el puente a la libertad, a la paz de tener todas nuestras necesidades cubiertas. Si no te identificas con estos ejemplos, estoy segura de que al leerlos a ti se te vinieron otros a la mente. Cada uno de estos casos vuelve al dinero emocional. Básicamente, es aquella herramienta que trae nuestros anhelos a la realidad.
¿Qué pasa si solo me guío de mis emociones para tomar decisiones con el dinero?
Si nos remontamos por un momento a la conocida pirámide de Maslow, podremos identificar dos características:
El ser humano es una especie con múltiples necesidades. No solo, como los animales, necesitamos comida y refugio.
A medida que nos acercamos a la cúspide de la pirámide, la envergadura de estas necesidades es infinita. Y desde mi perspectiva, es aquella característica la que construye en nosotros el valor de una sana ambición en la vida.

Esta información también nos conecta con lo humano que es el dinero. Cada uno de nosotros tiene, en cada piso de la pirámide de Maslow, una interpretación distinta de la vida. Incluso desde las necesidades fisiológicas, que pueden ser distintas para cada persona de acuerdo con las condiciones en las que vive o el estado de salud con el que nació.
Siempre he pensado que, contrario a como se ve en el mundo, la diversidad es una inspiración de empatía. Sin embargo, vivimos en una sociedad que trata día a día de encasillarnos. ¿Por qué? Porque es más fácil de controlar, así de simple. Si todos quieren lo mismo, entonces podemos mantener un orden social. No hay mucha ciencia en esta explicación. La pregunta es: en una era donde la psicología se ha convertido en la madre de las ciencias, donde generación tras generación profundizamos en la introspección, donde cada día el ser humano es más explorado para bien o para mal, ¿esto es sostenible? Desde mi perspectiva, la respuesta es que no. Debemos comprender que el nuevo orden de la vida debe inspirarse en nuestra hermosa diversidad de necesidades y deseos.
Entonces, si somos tan diversos, no solo como individuos, sino también como personas en constante cambio a lo largo del tiempo, y si tenemos a nuestro alcance tanta información y tantas posibilidades, ¿creen que es fácil mantener una sana ambición? ¿Qué pasa si permito que mis emociones controlen mis recursos, tiempo y dinero? Si estoy viviendo así, mi vida en este momento se puede sentir como un caballo desbocado.
¿Han pasado por tu cabeza estas preguntas y afirmaciones?
¿A dónde se me va el dinero tan rápido?
¿En qué estoy gastando tanto?
Siento que lo único que hago es gastar.
No sé a dónde se me va la plata.
¿Por qué nunca me alcanza para lo que quiero?
¿Por qué me endeudo con tanta facilidad?
Escúchate y detecta: puedes estar siendo demasiado emocional con el dinero. Y dejar de serlo, contrario a lo que intuitivamente podríamos pensar, no nos aleja de satisfacer nuestros deseos, nos acerca a ellos. Porque tu reactividad emocional en la vida no es más que un síntoma natural de las circunstancias. No tiene ninguna relación con lo que verdaderamente quieres para tu vida.
Llegar a este punto de introspección considera distintas fases:
Empezar a escucharte: Sal del automático y empieza a observar los círculos viciosos en los que vives. Déjale el micrófono a tu insatisfacción para detectar la inspiración de tu crecimiento personal.
Trabaja tu autoconocimiento: Es la única manera de entender qué es lo que realmente quieres en la vida. Escribe qué sientes al realizar distintas actividades y observa cuáles han sido los momentos que más te han hecho sonreír.
Detecta creencias heredadas de tu familia: ¿Quieres continuar con ellas o cambiarlas para tu vida?
Conecta con tu bienestar: No necesitas vivir en modo supervivencia. Aprende a canalizar tus emociones a través del deporte, la meditación, la alimentación, la respiración, tus hábitos, la lectura y más.
Esto se puede resumir en una oración: Empieza a ponerte primero.
La vida NO es sufrimiento ni seguir enfocándonos en lo que no funciona. La vida es poner nuestro foco en lo que SÍ HAY, SÍ FUNCIONA, y con eso seguir trabajando en aquello que queremos que empiece a fluir.
¿Cómo integrar a la razón?
Tenemos una energía maravillosa para transformar el dinero en nuestros anhelos. Y esto es más racional de lo que te puedes imaginar. Si bien, a nivel holístico, purificar esa energía está más relacionado con los pasos que vimos en el apartado anterior, canalizar esa energía hacia una abundancia enfocada en lo que queremos depende mucho de nuestra claridad mental y de pensamiento.
Para continuar con el proceso previamente estipulado, estaríamos agregando los siguientes pasos que nos conectan con nuestra abundancia a través de la razón:
Aterriza con claridad qué tipo de vida quieres para ti y tu propia familia. Utiliza herramientas como la visualización, planificación de metas, presupuestos y más.
Dedica tiempo a tu educación financiera: para que conozcas herramientas que te permitan generar y administrar el dinero que necesitas para hacer realidad esa vida.
Desarrolla los talentos que te permitirán conseguir los trabajos o negocios que generen esos ingresos y te den las posibilidades necesarias para complementar la vida que sueñas.
Haz y aprende cosas incómodas porque ahí es donde residen tus aprendizajes pendientes. Siempre habrá algo que "no te gusta hacer", pero que necesitas dominar para llevarte al siguiente nivel. HÁZLO.
En todo este proceso, si ya tienes una pareja o una familia, la comunicación será un punto clave. Bueno, siempre lo es. Pero especialmente si buscas hacer cambios en la forma como te has venido relacionando con tus decisiones acerca del dinero. Es momento de llegar a acuerdos en familia y de construir un plan en conjunto que entusiasme a todos. Hay muchísima riqueza en estas conversaciones que nos han acostumbrado a creer que son únicamente incómodas. También pueden ser conversaciones sorprendentemente entretenidas, interesantes y hasta graciosas. Te permite conectar con tu familia y las personas que quieres desde otro aspecto de la vida.
Tú transformas al dinero, o el dinero te transforma a ti
La mejor transformación para nuestro dinero es construir valor en nosotras y nosotros mismos. No solo a través de la educación. También a través de nuestra salud, madurez emocional, nuestro amor propio, apariencia (investiga el término capital visual, te volará la cabeza), trabajo interior y espiritual. Si no empiezo por mí, el dinero será el que tome todas las decisiones. Y me pasaré la vida en una búsqueda implacable. Y sí, eso se debe sentir tan estresante como esa película.
Por mucho tiempo pensé que apagar mis emociones y restringirme racionalmente con el dinero era la solución. Pero eso, para algunas personas, no es posible. (Creo que solo es posible para Warren Buffet, que literalmente tiene depositadas todas sus emociones y pensamientos en la bolsa de valores).
Hay demasiada riqueza en combinar nuestra emoción con nuestra razón. Es la fórmula de nuestra sabiduría. Y esto que estoy mencionando NO significa dos cosas:
Excederme constantemente en mi presupuesto en categorías de desarrollo personal.
Apagar emociones con otras actividades de entretenimiento o huir de situaciones incómodas con "viajes de bienestar".
A la vida hay que mirarla de frente y tenerle respeto. Y al dinero le gusta que hagas eso. Somos energía, y la energía con la que decidimos vivir vuelve a nosotros.
Cuando el dinero está siendo usado para alejarte de trabajar en lo que de verdad necesitas trabajar, el dinero también se aleja. Porque no estás desbloqueando las experiencias de vida que vienen con el aprendizaje de valor que hará que generes más dinero. Ya sea porque gracias a este trabajo descubres tu don, una habilidad valiosa y única en el mundo, o desarrollas un talento que potencia todo lo demás que sabes hacer.
Para ir cerrando este tema, me gustaría compartir contigo un ejemplo. Yo soy una persona con una energía creativa muy fuerte. Para mí, la moda siempre fue un desahogo de esa creatividad. Al inicio de mi carrera, mis posiciones eran bastante operativas. Siempre me enseñaron que mi creatividad (en la manera como yo la materializo: dibujar, diseñar, escribir, pintar, bailar, etc.) eran hobbies destinados a tu tiempo libre. Entonces, toda esa energía retenida me llevaba a querer comprar más y más. Más ropa, más zapatos, más carteras. Esto, sumado a querer "encajar en el estilo corporativo", que no podría estar más alejado de quien soy yo en realidad.
Hoy he trabajado tanto en mi autoconocimiento que no solo manifesté una vida en la cual pueda generar dinero usando mi creatividad, sino que también tengo mucha convicción con el estilo que me representa. Entonces, todo lo que compro lo uso una y otra vez, sin importar temporadas ni modas. Todo lo que tengo es más que suficiente y solo compro cuando algo se rompe o encuentro una pieza realmente especial que me sigue conectando con quien soy auténticamente.
Este fue un ejemplo muy específico, pero que para mí representa mucho trabajo. Porque llegar al punto en el que estoy hoy ha significado malas decisiones, errores, "creer que estaba en lo correcto" cuando no, temporadas de ahorro extremo y temporadas de gasto extremo.
Lo único de lo que estoy segura es que, independientemente de cómo se haya visto ese camino, SÍ QUE LO ESTOY DISFRUTANDO. Y sí que está creando, poco a poco, la vida de mis sueños. Y es que, cuando ya estás en el proceso, empiezas a darte cuenta de que ya lo tienes todo. Que lo que sigues creando es parte de una sana ambición y de seguir viviendo una vida de ilusiones. Pero que, si el tiempo se detuviera en este instante, podrías sentirte plena y satisfecha con todo lo que has logrado.
Escríbele una carta a tu yo del futuro
No imaginé que este artículo terminaría siendo tan largo, pero así como está, lo publicaré. Es la libertad de la creación lo que me permite amar la creatividad. Supongo que necesitaba decir todo lo que les he dicho en esta publicación, así haya mezclado papas con camotes. Espero dejarte un mensaje de esperanza, de posibilidad y optimismo, y empujarte a que no dejes de crear la vida que sueñas, como sea que eso se vea. ¡Por cierto! Ya para de criticar cómo otros deciden vivir su vida de sueños, o si están listos para hacerlo o no. Enfócate en tu propio camino. Usa ese tiempo para escribirle una carta a tu yo del futuro, contándole dónde estás ahora y todo lo que harás para llegar a él o ella.
Cada palabra de este espacio sale de mi corazón. Te envío mucha fortaleza y persistencia. La vida es demasiado bonita como para no vivirla.
Ara
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